El agua es simple pero vital. La verdad es que no habría existencia posible sin esta maravilla de la naturaleza. No hablamos solo de ingerirla: nos referimos al sustento de nuestra higiene y salud. Aliviaderos, alcantarillas y tuberías configuran un mundo moderno.
La sustancia más pura recorre ciudades y pueblos, mientras que nosotros no la podemos ver. Cuando hay poco de este recurso hídrico decidimos ahorrarla, por ello la cotidianidad cambia por completo, haciendo cada faena más difícil. Tenerla y usarla es saciar la mayoría de las necesidades.
Este elemento natural nos alivia una gran cantidad de requerimientos básicos. Ciertamente, la sociedad está construida sobre este líquido. Pero para que todo esto sea posible, existen sistemas dispuestos para su tratamiento.
El agua es salud y progreso
Los edificios no serían lo mismo sin tuberías internas que nos suministren y controlen el paso de este recurso hídrico a nuestros hogares. Pero no es un asunto tan simple como abrir el grifo.
De hecho, las aguas deben dividirse en limpias y sucias. Las que están tratadas y son consumibles entran por los baños, cuartos de lavado, entre otros espacios del hogar. De igual forma, estála que es potabilizada, la cual podemos beber.
También tenemos los líquidos residuales que desechamos. Ambos tipos de fluidos no pueden ser mezclados, pues de lo contrario podríamos tener a miles de personas intoxicadas. Si lo vemos bien, es un asunto de vivir o ponernos en peligro.
Lo que desconocemos
La cuestión es que existe todo un sistema encargado de mantener que todo salga en orden mientras entramos en contacto con el líquido vital. Un ejemplo son los aliviaderos.
Estos conductos son clave en la cotidianidad. Ellos le dan salida a los residuos que tiene el agua antes de ser tratada. Los sólidos son removidos y este es el primer paso para realizar el saneamiento.
Hay cosas que no vemos y no por ello, carecen de relevancia, como estos sistemas que no solo deben ser preservados, sino que también han de ser optimizados, buscando la sustentabilidad y perfección.